Como preparar una pizza cuatro quesos casera


23/10/2020

Una de las cosas que más nos gusta preparar o pedir para cenar es la pizza. Estamos acostumbrados a levantar el teléfono y llamar para que nos llegue a casa recién hecha. Sin embargo, con un poco de paciencia y mimo, podemos hacer la nuestra de forma casera sin necesidad de gastar más dinero del necesario. Es una receta sencilla, por lo que cualquiera puede llevarla a cabo.

Si ya te han entrado ganas de mancharte un poco. Descubre cómo preparar una pizza cuatro quesos casera para chuparte los dedos.

INGREDIENTES PARA HACER LA PIZZA CASERA

En primer lugar, antes de ponernos manos a la obra, tenemos que tener todos los ingredientes necesarios para realizar nuestra pizza. Con las medidas que te proponemos podrás hacer dos pizzas redondas o una rectangular más o menos como una bandeja de horno.

Para empezar, debemos preparar 150g de salsa de tomate, mejor si es lo más natural posible. También necesitaremos 150g de mozzarella, 70g de queso azul, otros 70 de parmesano y otros 70 de queso de rulo de cabra. Con una pizca de orégano será suficiente para aderezar el resultado.

A la hora de preparar la masa, debemos tener 300g de harina de fuerza (unos tres vasos de 200ml). También 7g de levadura fresca o 2 de levadura seca de panadería. 15g de aceite o un par de cucharadas son suficientes, así como una cucharadita de sal y un vaso de agua de 200ml.

CÓMO HACER LA MASA DE FORMA CASERA

Una vez que tenemos preparados todos los ingredientes, es el momento de comenzar a preparar la masa de nuestra pizza. En esta ocasión, te contamos cómo hacerla lo más esponjosa posible, aunque también puede ser fina si así lo prefieres.

En primer lugar, reservamos un bol grande y echamos harina mientras la hacemos pasar por un colador. Es decir, la tenemos que tamizar para que no queden grumos y se mezcle bien. Después, añadimos la cucharadita de sal y seguimos removiendo, haciendo una especie de volcán en su interior.

Durante 10 segundos, calentamos el vaso de agua en el microondas, cuidando que esté tibia. En ella, diluimos la levadura fresca, añadiendo la mezcla resultante al centro del volcán que hemos construido anteriormente. Removemos un poco con la ayuda de una cuchara y añadimos el aceite. De nuevo, removemos hasta que la harina haya absorbido el agua. El resultado debe ser una textura firme y no líquida.

CONSIDERACIONES FINALES DE LA MASA

Después de tenerla bien mezclada, debemos enharinar una superficie de nuestra cocina o un tapete antiadherente. Aquí es donde colocaremos la masa y empezaremos a amasar de forma cuidada pero con firmeza.

Una vez esté bien amasada, hacemos una bola con ella y la dejamos reposar en el bol. La podemos pintar con una pizca de aceite por encima y la tapamos bien con un film, dejándola descansar. El tiempo indicado variará entre media hora y una hora completa, según la temperatura del ambiente. El objetivo es que doble su volumen inicial.

Más tarde, la tenemos que dividir en dos partes, empezando con la mano a trabajar cada una de las bolas resultantes encima de la superficie anterior. Antes que nada, podemos estirarla con las manos, aunque luego es recomendable usar un rodillo de cocina. Así, iremos ajustando su grosor. De nuevo, la dejamos fermentar unos 30 minutos y podremos empezar a añadir los ingredientes.

LLEGÓ EL MOMENTO DE PREPARAR LA PIZZA

Con la masa lista y preparada, es el momento de empezar a precalentar el horno. El tiempo indicado son unos 10 minutos, que será lo que tardes en preparar el resto que queda. La temperatura deberá ser de 200 grados.

En la base de la pizza, debemos echar la salsa de tomate, de acuerdo a nuestros gustos, siempre y cuando quede cubierta por completo. Encima de esta, podemos añadir los cuatro quesos, separándolos y repartiéndolos por toda la superficie de la misma.

Para terminar, espolvoreamos tomillo u orégano y ya la tendremos lista. Es el momento de colocar el resultado en un molde e introducirla en el horno a una altura media. El tiempo que debe estar en el interior variará entre 10 y 12 minutos. Te darás cuenta cuando el queso y los bordes estén bien dorados.

CONSEJOS ANTES DE PRESENTAR LA PIZZA

Una vez terminada, debemos servir la pizza de inmediato, para que esté bien caliente y esponjosa. Podemos cortarla en ocho porciones si es de las redondas o en cuadrados si es rectangular. Será una comida muy jugosa que adorarán los enamorados del queso.

Como consejo, debes tener en cuenta que la cantidad que añades de salsa de tomate cambiará la textura de la pizza. Por eso, si la deseas más jugosa, basta con añadir más salsa. En caso de preferirla crujiente, mejor no pasarse demasiado.

En el caso de que prefieras una masa más fina, ten cuidado con no cubrirla demasiado de queso, pues el resultado podría no ser tan fino y crujiente.